LOS TIPOS DE PIRÁMIDES DE POBLACIÓN
La
pirámide con forma triangular o de parasol corresponde a una población
joven. Refleja una población que crece o expansiva.
La pirámide
con forma de ojiva o de campana corresponde a una población adulta.
Indica que se trata de una población estable.
Las pirámides de población además de representar la composición de los habitantes, por edad y sexo, nos facilitan mucha más información, como por ejemplo si se han producido movimientos migratorios, guerras, epidemias, mortalidad infantil, políticas relacionadas con la natalidad, etc.
Por lo tanto, el análisis de una pirámide de población nos permite interpretar cómo son la dinámica y la evolución de una población.
El perfil que resulta de la pirámide, es decir, el contorno o línea exterior imaginaria que une todos los grupos de edad, indica el tipo global de la población en un momento determinado.
De acuerdo con la forma que adquiere este perfil, se suelen establecer tres tipos de pirámides que representan tres tipos de población distintos:
- La forma triangular o de parasol refleja una población que crece o expansiva.
- La forma de ojiva o de campana indica que se trata de una población estable.
- La forma de urna o de bulbo manifiesta una población que no crece o regresiva.
La forma ideal de la pirámide de población es el triángulo equilátero, porque generalmente los grupos de los más jóvenes son más numerosos que los de los ancianos. Pero solo se trata de la forma ideal, porque los acontecimientos demográficos e históricos que le suceden a una población son los que modifican el perfil de la pirámide.
Dibujar el triángulo ideal es muy útil como referente para observar las diferencias con el perfil de los distintos perfiles de pirámides. El triángulo ideal se obtiene uniendo la base, desde el 5,5% de cada sexo, con la cúspide.
La pirámide triangular o de parasol
La pirámide con forma triangular o de parasol corresponde a una población joven.
Se caracteriza por tener una base ancha o muy ancha como resultado de una natalidad elevada. La mortalidad infantil también es alta (muchos niños y jóvenes no llegan a la edad adulta), lo que se refleja en un estrechamiento progresivo del tronco de la pirámide.
El estrechamiento de la cima se debe a que la mortalidad entre los adultos también es alta, lo cual dificulta que la población llegue a edades avanzadas. En general, como consecuencia de las deficientes condiciones alimentarias, higiénicas y sanitarias, la esperanza de vida es corta.
La pirámide de ojiva o de campana
La pirámide con forma de ojiva o de campana corresponde a una población adulta.
La base y la cima son más estrechas, y el tronco, ancho. Esta reducción de la base significa que las tasas de natalidad han descendido como consecuencia de un control de la natalidad.
La disminución de la mortalidad infantil, resultado de una mejora de la alimentación y de las condiciones higiénicas y sanitarias, repercute en un aumento de la población de adultos y ancianos.
Por ello, los jóvenes tienen muchas posibilidades de llegar a adultos y estos, aunque en menor proporción, de alcanzar la vejez.
La pirámide de urna o de bulbo
La pirámide con forma de urna o de bulbo corresponde a una población envejecida.
Su base es muy estrecha, como resultado de un control absoluto de la natalidad y la puesta en práctica de una planificación familiar. La mortalidad infantil resulta poco significativa.
Las condiciones alimentarias, higiénicas y sanitarias son óptimas, lo que provoca una disminución notable de la mortalidad en todas las edades y un aumento de la esperanza de vida.
La población alcanza fácilmente la vejez, de ahí que la cima sea mucho más ancha que en los otros dos modelos de pirámides.
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